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Vale, vale, vamos a hablar un poquito sobre la riqueza financiera, ¿no? Es un tema que, bueno, a todos nos interesa. Pero, a ver, lo primero, la gran pregunta, ¿qué significa tener suficiente? O sea, ¿cuál es tu definición de "suficiente"? Piénsalo un momento, porque no es lo mismo para todos, ¿eh?
Y luego, hay como tres pilares importantes para construir esa riqueza. Primero, la generación de ingresos. Necesitas una fuente de ingresos estable, que vaya creciendo, ya sea por tu trabajo principal, un trabajo secundario, o incluso ingresos pasivos, esas cositas que te generan dinero casi sin que te des cuenta, ¿me entiendes?
Segundo, la gestión de gastos. Importantísimo, ¿eh? Hay que asegurarse de que tus gastos estén siempre, pero siempre, por debajo de tus ingresos. Y además, que no crezcan tan rápido como tus ingresos. Es decir, si ganas más, no te lances a gastar más automáticamente, porque ahí es donde te quedas estancado.
Y tercero, la inversión a largo plazo. Hay que invertir esa diferencia entre ingresos y gastos en activos a largo plazo, que sean eficientes, de bajo costo, y que te permitan generar rendimientos compuestos, o sea, que el interés genere más interés, ¿sabes? Que tu dinero trabaje para ti, vaya.
Y bueno, para que te hagas una idea de dónde estás parado, hay como una pequeña autoevaluación. Contesta del cero al cuatro a estas preguntas: cero si estás totalmente en desacuerdo, cuatro si estás totalmente de acuerdo.
* Tengo una definición clara de lo que significa tener suficiente financieramente.
* Tengo ingresos que están creciendo constantemente junto con mis habilidades y experiencia.
* Manejo mis gastos mensuales para que estén de forma fiable por debajo de mis ingresos.
* Tengo un proceso claro para invertir el exceso de ingresos mensuales para la capitalización a largo plazo.
* Utilizo mi riqueza financiera como una herramienta para construir otros tipos de riqueza.
Suma todo y ahí tienes tu puntuación inicial. A partir de ahí, puedes empezar a trabajar.
Una cosa importante es fijarte metas, ¿no? Usar ese sistema de fijar metas para calibrar tu brújula financiera. Piensa qué puntuación te gustaría alcanzar en un año. Y luego, divide ese objetivo en dos o tres puntos de control, como hitos que debes alcanzar en el camino.
Y también, piensa en los anti-objetivos. ¿Qué cosas quieres evitar a toda costa en este camino? No sé, endeudarte, perder el control de tus gastos, lo que sea.
Y luego, céntrate en crear sistemas de alto impacto. De todo lo que puedes hacer, elige dos o tres sistemas que realmente te ayuden a avanzar hacia tu meta.
Ahora, para empezar ya, esta misma semana, puedes hacer una auditoría rápida de tu situación actual.
Mira tus ingresos. ¿De dónde viene el dinero? ¿Son fuentes estables? ¿Están creciendo? ¿Puedes ganar más si aprendes nuevas habilidades o si usas mejor las que ya tienes?
Después, mira tus gastos. ¿Son regulares? ¿Están por debajo de tus ingresos? ¿Están creciendo más rápido que tus ingresos? ¿Tienes un presupuesto claro? Si no, ¡haz uno ya! Y empieza a controlar dónde va tu dinero.
Y por último, las inversiones a largo plazo. ¿Tienes una estrategia para invertir ese dinero que te sobra? Si no, abre una cuenta de inversión con una entidad de bajo costo y considera hacer depósitos automáticos, poco a poco, pero de forma constante.
Esta auditoría te dará una buena base para empezar a construir tu riqueza financiera. Así que, ¡ánimo y a por ello!