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A ver, a ver... ¿por dónde empiezo? Yo creo que lo más difícil no es hacer lo que uno quiere, ¿sabes? Sino saber qué es lo que uno realmente quiere, ¿no? Que a veces es más complicado de lo que parece.
Y mira, una cosa que he aprendido es que eso de los "adultos" como tal, pues... no existen, ¿eh? Hay mucha gente por ahí que finge ser madura, y claro, al final parece que sí hay adultos, pero... cada uno tiene que encontrar su propio camino. Elegir las cosas a su manera, tomar decisiones... primero hay que tener claro qué quieres y luego, ¡a por ello!
Hablando de caminos, ¿cómo han cambiado mis valores a lo largo del tiempo? Pues mira, cuando era más joven, la libertad era súper importante para mí. Era uno de mis valores principales, vamos. Y ojo, que lo sigue siendo, ¿eh? Está en mi top 3. Pero ahora la entiendo de otra manera.
Antes, para mí la libertad era "hacer lo que me da la gana cuando me da la gana". Y ahora, lo que busco es la libertad interior, la de "no tener preocupaciones". La libertad de no sentirme atrapado en la rabia, en la tristeza... la libertad de no tener que reaccionar a todo, de no tener que hacer cosas que no quiero hacer. Antes buscaba la libertad de *hacer* lo que quería, ahora busco la libertad de *no hacer* lo que no quiero. Una libertad total, por dentro y por fuera.
Si pudiera darle un consejo a mi yo más joven, le diría: "Sé tú mismo, sin filtros". Porque fingir ser alguien que no eres te obliga a vivir en relaciones y trabajos que te amargan la vida, y eso, a la larga, te destroza.
Y otra cosa importante es liberarse de las expectativas. Yo, por ejemplo, no me ando evaluando mi productividad, ni nada de eso. No estoy muy a favor de la autoevaluación, me parece que te auto-restringes, te auto-castigas y te creas conflictos internos.
Y si alguien se siente mal porque no cumples sus expectativas, pues... es su problema, ¿sabes? Si tenías un acuerdo con esa persona, vale, es cosa tuya. Pero si solo tiene expectativas sobre ti sin más, pues eso es cosa suya y no te tiene que afectar. La gente tiene un montón de expectativas sobre la vida, y cuanto antes las rompan contigo, mejor para todos.
Oye, la valentía no es ir corriendo en medio de una guerra, ¿eh? La valentía es que te dé igual lo que piensen los demás.
Los que me conocen bien saben que tengo dos cosas muy marcadas: poca paciencia y mucha cabezonería. No me gusta esperar, odio perder el tiempo. Por ejemplo, si voy a una fiesta, un evento, una cena, y me doy cuenta de que estoy perdiendo el tiempo, pues me voy, sin importar las normas sociales ni nada. Y la gente ya lo sabe.
Lo más valioso que tienes es tu tiempo. El tiempo es más importante que el dinero, más importante que los amigos, más importante que todo. Tu tiempo es tu vida, no lo malgastes.
Ojo, eh, que valorar tu tiempo no significa que no puedas relajarte y disfrutar. Si estás haciendo algo que te gusta, no estás perdiendo el tiempo. Pero si no estás haciendo algo que te gusta, ni estás ganando dinero, ni estás aprendiendo nada, pues... pregúntate qué estás haciendo con tu vida.
Y no gastes tu tiempo en complacer a los demás. La felicidad de los demás es cosa suya, no tuya. Si tú eres feliz, los demás también lo serán. Si tú eres feliz, los demás querrán saber cómo lo has conseguido y aprenderán algo de ti. Pero no tienes la obligación de hacer felices a los demás.
Y hablando de emociones, ¿qué es la rabia? Pues la rabia es una forma muy intensa de expresar una emoción, es como decirle al otro: "Ojo, que soy capaz de usar la violencia". La rabia es la antesala de la violencia.
Observa cómo te pones cuando te enfadas. La rabia es lo que pasa cuando pierdes el control. La rabia es un pacto contigo mismo, en el que aceptas estar hecho un lío físico, mental y emocional hasta que la situación cambie.
La rabia es un castigo en sí misma. La persona que está enfadada intenta meterte la cabeza bajo el agua, pero en realidad, se está ahogando ella misma.
Mira, también hay que liberarse de las ataduras laborales. La gente que vive con un nivel de vida mucho más bajo que sus ingresos disfruta de una libertad que no tiene la gente que está constantemente intentando mejorar su estilo de vida.
Una vez que controlas tu destino, para bien o para mal, nadie te dice lo que tienes que hacer.
Y una vez que pruebas la libertad, no quieres volver a ser empleado de nadie.
Estoy intentando cultivar un hábito que creo que es muy importante, que es intentar callar a la mente. Cuando somos niños, somos como una hoja en blanco, vivimos el presente sin preocupaciones y reaccionamos al entorno de forma instintiva. Yo creo que eso es vivir en el "mundo real". En la adolescencia, empiezan los deseos, y ahí es cuando realmente quieres algo. Empiezas a hacer planes a largo plazo, empiezas a pensar mucho, a construir tu identidad, tu ego, a intentar conseguir lo que quieres.
Por ejemplo, si vas por una calle llena de gente, cada una de esas personas está hablando consigo misma en su cabeza, todo el rato. Están juzgando todo lo que ven, recordando lo que pasó ayer y pensando en lo que pasará mañana. Lo único que no están haciendo es prestar atención a la realidad básica del momento. Esta forma de pensar es útil cuando hacemos planes a largo plazo o resolvemos problemas, y también nos ayuda a sobrevivir y a reproducirnos.
Pero creo que es muy perjudicial para la felicidad personal. Para mí, la mente tiene que ser un sirviente, una herramienta, no un amo. No debería estar controlado y dirigido por mi mente las 24 horas del día.
La mente siempre está pensando sin control, y yo quiero cambiar eso. Pero no es fácil, claro.
Los pensamientos constantes hacen que el tiempo subjetivo pase más rápido.
La conciencia de uno mismo y el autodescubrimiento son un camino que no termina nunca, es algo que vamos mejorando a lo largo de toda la vida. No hay una respuesta definitiva a la vida, nadie puede resolver todos los problemas de la vida, a no ser que te ilumines por completo. Quizá alguien lo consiga, pero yo creo que es poco probable que lo logre, porque ya estoy metido en esta "carrera de ratas" sin fin. En el mejor de los casos, puedo levantar la vista de vez en cuando y mirar las nubes.
Creo que la mayoría de la gente, como mucho, se da cuenta de que es una rata corriendo en una carrera, y nada más.
La lucha moderna es esta: un individuo solo saca una fuerza de voluntad inhumana para hacer ayuno, meditación, ejercicio... contra un ejército de científicos y estadísticos que usan comida basura, noticias sensacionalistas, porno ilimitado, juegos infinitos y drogas adictivas creadas con el objetivo de destruirte.