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Calculating...

A ver, a ver... vamos a hablar un poquito de inversiones, ¿no? Que es un tema que siempre interesa, ¿eh? Y sobre todo, a largo plazo, que es donde de verdad se construye riqueza.

A ver, hoy en día, oportunidades de inversión hay a patadas, ¿eh? Uf, te bombardean con el último invento financiero que te promete rentabilidades altísimas sin riesgo, ¡ojo con eso! Que ya sabemos que nadie regala nada, ¿verdad? Como dicen, "no hay duros a cuatro pesetas."

Entonces, para dar una visión un poco más equilibrada, voy a hablar de ocho tipos de activos que me parecen interesantes para invertir a largo plazo. Ojo, que no es una recomendación, ¿eh? Simplemente, un punto de partida para que investigues por tu cuenta. Que cada uno es responsable de su propio dinero, ¿eh? Importantísimo investigar antes de invertir.

Estos activos los he elegido porque generan ingresos y ayudan a construir riqueza a largo plazo. Activos como las criptomonedas, el arte o los metales preciosos, pues... no los voy a incluir porque no generan ingresos, así de simple.

Bueno, vamos al lío.

El primero: las acciones. Las acciones son fáciles de entender, ¿no? Representan una parte de una empresa. Históricamente, han dado buenos rendimientos, entre un 8 y un 10 por ciento anual, son fáciles de comprar y vender, y no requieren mucho mantenimiento. Eso sí, ¡ojo con la volatilidad! Que pueden subir y bajar mucho, y a veces, sin razón aparente.

Segundo: los bonos. Los bonos son como préstamos que haces a alguien, a cambio de que te paguen intereses durante un tiempo. Hay bonos más y menos arriesgados, dependiendo de quién te los venda. Los bonos del gobierno suelen ser muy seguros porque, bueno, el gobierno siempre puede imprimir más dinero, ¿no? Dan menos rentabilidad que las acciones, un 2-4% al año, pero suelen ser más estables y, además, suelen subir cuando las acciones bajan.

Tercero: propiedades de inversión. Es decir, comprar una casa o un piso para alquilarlo. Si lo haces bien, puedes sacar una buena rentabilidad, entre un 12 y un 15 por ciento anual, sobre todo si pides una hipoteca, porque así amplificas las ganancias. Eso sí, ¡preparate para los dolores de cabeza! Que lidiar con inquilinos y mantener la propiedad puede ser un rollo. Y si necesitas el dinero rápido, no es tan fácil vender una casa como vender acciones.

Cuarto: los REITs, o FIBRAs, como se conocen en algunos sitios. Son empresas que se dedican a comprar y gestionar propiedades inmobiliarias y reparten los beneficios entre sus inversores. Digamos que es una forma fácil y "libre de impuestos" de invertir en inmuebles, porque están obligados a repartir casi todas sus ganancias en forma de dividendos. Rentabilidades históricas entre un 10 y un 12 por ciento anual. Pero, eso sí, ¡ojo con la volatilidad! Que también pueden bajar mucho cuando el mercado se pone feo.

Quinto: tierras de cultivo. Sí, sí, tierras de cultivo. Históricamente, han sido una buena forma de crear riqueza. Ahora hay plataformas que te permiten invertir en trocitos de fincas, ¿sabes? No están muy relacionadas con las bolsas ni con los bonos, son bastante estables y protegen contra la inflación. Eso sí, no son muy líquidas, es decir, no es fácil venderlas rápido si necesitas el dinero. Y suelen tener comisiones altas y necesitas ser un inversor acreditado para poder invertir en ellas.

Sexto: pequeñas empresas y startups. Invertir o comprar una pequeña empresa o una startup se ha puesto muy de moda. Si aciertas, puedes sacar muchísima rentabilidad, a lo mejor un 20 o 25 por ciento anual. Y si ya has tenido éxito antes, es más fácil que te lleguen buenas oportunidades. Pero, ojo, que requiere mucho tiempo, sobre todo si te involucras en el negocio. Y, lo más importante, ¡hay muchas posibilidades de perderlo todo!

Séptimo: los royalties. Los royalties son los pagos que se hacen por usar una obra con derechos de autor. Ahora hay plataformas que ponen en contacto a compradores y vendedores de royalties. Dependiendo del riesgo, puedes sacar entre un 5 y un 20 por ciento anual. No están muy relacionados con otros activos financieros y te dan ingresos constantes. Pero, eso sí, las comisiones suelen ser altas y a veces necesitas ser un inversor acreditado. Además, las ganancias pueden cambiar mucho si cambian los gustos del público.

Y octavo, y último: invertir en tus propios productos. Es decir, crear algo que te genere ingresos, ya sean productos físicos, digitales, servicios... Tienes mucho control sobre lo que haces y te puede dar mucha satisfacción personal. Pero, ojo, que requiere muchísimo tiempo, sobre todo al principio. Y no hay ninguna garantía de que funcione, ¡la mayoría fracasan! Eso sí, si lo haces bien y lo puedes escalar sin tener que dedicarle mucho tiempo, puedes ganar muchísimo dinero.

Bueno, pues ahí lo tienes. Ocho tipos de activos para invertir a largo plazo. No tienes que invertir en todos, ¿eh? Yo, por ejemplo, solo invierto en cuatro de ellos. Pero, bueno, tener esta información te puede ayudar a tomar mejores decisiones en el futuro.

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