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A ver, a ver… Vamos a hablar un poquito sobre las inversiones a largo plazo, ¿no? Siempre escuchamos a los asesores financieros hablar del rendimiento ajustado al riesgo de una inversión, o sea, el rendimiento promedio que se espera obtener, teniendo en cuenta el nivel de riesgo. Por ejemplo, invertir en una startup puede darte, qué se yo, ¡diez veces más, incluso cien veces más!… pero también es súper arriesgado. La gran mayoría de las startups, ¿qué pasa? Pues, se van a la quiebra y pierden todo el dinero invertido. Entonces, el rendimiento ajustado al riesgo de este tipo de inversiones, pues, se parece más al de las inversiones en índices de mercado, ¿me explico?
Ahora, el tema del riesgo es importante, claro que sí, pero hay algo más que tenemos que considerar: el “retorno sobre la molestia”, ¿vale? Un contador público y escritor, Mitchell Baldridge, habla de esto, y es la idea de que el tiempo y la energía que le dedicamos a una inversión también forman parte de la ecuación. Piénsalo así: si una inversión inmobiliaria te da un 10% de rendimiento anual, suena genial, ¿verdad? ¡Una ganga! Pero… si tienes que pasar diez horas cada fin de semana lejos de tu familia, yendo al lugar, arreglando cosas, lidiando con inquilinos… ese 10% ya no parece tan atractivo, ¿eh? Si pudieras obtener un 7% anual sin hacer absolutamente nada, simplemente comprando y manteniendo fondos indexados… pues, tienes que comparar muy bien. Si el rendimiento adicional que esperas obtener compensa el tiempo y la energía extra que tienes que invertir, ¡adelante! Pero si no… mejor dejarlo pasar.
Para que quede más claro, podemos pensar en un gráfico que compara diferentes tipos de inversiones a largo plazo según su riesgo, dificultad y rendimiento esperado. La clave está en encontrar el punto ideal para ti, ¿sabes?
Empezar tu propio negocio, por ejemplo, tiene un alto riesgo, mucha molestia, ¡pero también una gran recompensa! La idea de tener el control, de apostar por ti mismo… ¡es tentadora! Pero, ojo, no te lances sin pensarlo, porque la mayoría de los negocios fracasan en los primeros años. Ahora, hay otras formas de emprender con menos riesgo que pueden ser más manejables si quieres alcanzar la independencia financiera más rápido.
Para la mayoría de la gente, lo mejor es buscar un punto intermedio. Comprar y mantener fondos indexados diversificados y de bajo costo te da un buen equilibrio entre rendimiento y esfuerzo. Invertir en cosas que requieren más tiempo y energía, como acciones individuales o propiedades inmobiliarias, no es mala idea, pero tienes que entender muy bien los riesgos y tener una idea realista de tus posibilidades de éxito. No se trata solo de ganar dinero, sino de hacerlo de manera inteligente y sin volverte loco, ¿eh?