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Calculating...

A ver, a ver, ¿cómo les explico esto? Miren, el networking, como lo conocemos, pues, está como... como difunto, ¿no? Ya no va eso de coleccionar contactos a lo loco, como si fueran estampitas. No, no, no. La cosa va de construir relaciones de verdad, esas que te llenan, ¿me entienden?

De dar sin esperar nada a cambio, de estar al servicio de los demás, de aportar valor a la gente que te rodea. O sea, que la gente que invierte en construir relaciones, en serio, a largo plazo va a recoger unos frutos increíbles: salud, riqueza, felicidad... ¡todo!

Les confieso algo, eh... Yo no soy un experto en esto de las relaciones, la verdad. Soy un poco introvertido, hasta me da un poco de ansiedad social, sobre todo en eventos grandes, ¿saben? Conferencias, fiestas, todo eso. Y aún así, he logrado construir una red de contactos profunda y amplia que me ha dado muchísima alegría y valor a lo largo de los años.

Así que, da igual si te mudas, si empiezas un trabajo nuevo, si quieres avanzar en tu carrera, si vas a un evento profesional o simplemente quieres hacer amigos, esta guía te va a servir.

Aquí van cuatro principios anti-networking, ¡ojo!, que cualquiera puede usar:

El primero: Busca lugares donde haya gente con tus mismos valores.

El mejor consejo que me han dado en la vida para esto de las relaciones es este: métete en sitios donde haya mucha gente que comparta tus valores.

¿Qué significa esto? Pues que pienses en tus valores, tus hobbies, tus intereses profesionales y personales, y luego te preguntes: ¿dónde es más probable que encuentre gente con cosas en común? Por ejemplo, si te encantan los perros y estar al aire libre, pues los parques para perros, los bares al aire libre, o los senderos, seguramente estén llenos de gente como tú.

La idea es que aumentas tus posibilidades de conocer gente con la que conectar poniendo en práctica algunos filtros previos.

Si te apasiona el fitness y la salud, ve al mercado de agricultores, al gimnasio por la mañana, o a hacer senderismo.

Si estás enfocado en tu carrera de marketing, busca eventos locales y conferencias sobre redes sociales.

Si te gustan los libros y el arte, apúntate a un club de lectura, ve a inauguraciones de galerías de arte, o únete a la comunidad del museo local.

En el mundo profesional, es más fácil encontrar estos lugares, porque tu empresa o negocio seguramente tenga conferencias, eventos, fiestas y cenas a las que te inviten. En tu vida personal, tendrás que buscar un poquito más.

Pero vamos, que si te metes en los sitios correctos, ya tienes mucho camino recorrido.

El segundo principio: Haz preguntas interesantes.

Una vez que estás ahí, pues empieza a hablar con la gente. Un saludo amable y una sonrisa siempre ayudan, porque relajan el ambiente.

Y a partir de ahí, yo tengo algunas preguntas que siempre me funcionan:

¿Qué te trae por aquí [lugar o evento]?

¿Qué te emociona últimamente?

¿Qué te apasiona fuera del trabajo?

¿Cuál es el último libro que te ha encantado?

¡Ojo! Evita preguntar "¿A qué te dedicas?". Es una pregunta muy genérica que te va a dar una respuesta automática o, peor aún, una respuesta incómoda si la persona no está orgullosa de su trabajo. "¿Qué te emociona últimamente?" te va a dar respuestas más personales e interesantes, y la conversación fluirá mucho mejor.

Si te da ansiedad social, la mayoría de los nervios vienen de la presión que te pones a ti mismo para ser "interesante" para los demás. ¡Dale la vuelta! Enfócate en ser tú el interesado. Haz preguntas interesantes. Es mucho más fácil (y más efectivo).

El tercer principio: Escucha a otro nivel.

Hay tres niveles de escucha:

Nivel 1: "Yo". Estás teniendo una conversación, pero tu voz interior está relacionando todo lo que oyes con algo de tu propia vida. Estás pensando en tus cosas mientras la otra persona habla. Estás esperando tu turno para hablar, no estás escuchando para aprender. Este es el modo de escucha por defecto de todo el mundo.

Nivel 2: "Tú". Estás teniendo una conversación, y estás completamente enfocado en lo que la otra persona está diciendo. No estás esperando tu turno para hablar; estás escuchando para aprender.

Nivel 3: "Nosotros". Estás construyendo un mapa de la otra persona, entendiendo cómo toda la información que te está dando encaja en su vida y en su mundo. Estás escuchando para entender, considerando lo que hay debajo de lo que la otra persona dice.

La mayoría de la gente se queda en el nivel 1, pero la gente carismática sabe vivir en los niveles 2 y 3. Si quieres construir relaciones auténticas, tienes que estar ahí.

Y ¡ojo!, sé un oyente activo. Después de hacer preguntas, inclínate hacia adelante y muestra tu interés con tu lenguaje corporal, tus expresiones faciales y tus sonidos.

Mientras escuchas, toma notas mentales de algunos detalles importantes sobre los intereses de la persona o cualquier otra cosa que te llame la atención. Esto te va a servir para el cuarto principio.

El cuarto principio: Haz seguimientos creativos.

Cuando una conversación se acaba, no te sientas obligado a seguir hablando. Despídete con elegancia. Yo siempre digo algo como "Me ha encantado conocerte, ¡espero verte pronto!", y funciona muy bien en cualquier situación. Si tiene sentido, puedes ofrecerte a compartir tu información de contacto.

Después de la conversación, apunta las notas mentales que tomaste en tu teléfono o en una libreta, y haz un plan para hacer un seguimiento en los días siguientes.

Por ejemplo, yo antes hablaba de mis libros favoritos con la gente que conocía. Si hablaba con alguien que me parecía que podía ser una buena relación, le enviaba una copia del libro con una nota escrita a mano a su oficina. ¡Así he construido muchas relaciones de mentoría!

Aquí te doy algunas ideas para seguimientos creativos:

Comparte un artículo o un podcast que creas que le va a gustar por alguna razón en concreto.

Aporta valor ofreciendo una idea relacionada con algún problema profesional que haya surgido en la conversación.

Ofrece conectar a la persona con un amigo que comparta sus intereses.

El objetivo es demostrar que estabas escuchando con atención y que tomaste la iniciativa de hacer un seguimiento. No te hagas el interesante, eso es cosa de niños. Invierte energía en construir relaciones auténticas y verás cómo te compensa.

¡Ah!, si no intercambiaste información de contacto, tendrás que investigar un poco para encontrar una dirección de correo electrónico o una dirección física. Por ejemplo, si no conseguiste su correo electrónico en el evento, puedes probar a adivinarlo:

[nombre] @ [empresa] . com

[inicial del nombre] [apellido] @ [empresa] . com

[nombre] . [apellido] @ [empresa] . com

[apellido] @ [empresa] . com

Según los datos, estas estructuras cubren más del 80% de los correos electrónicos. ¡Un poco de esfuerzo extra vale la pena!

Y recuerden, eh: ¡la satisfacción en las relaciones afecta a la salud! Las relaciones lo son todo. Así que dejen de hacer networking como si no hubiera un mañana, y usen estos cuatro principios anti-networking para empezar a construir relaciones de verdad. Les darán muchísimas alegrías en todas las áreas de su vida durante muchos años.

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