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Okay, a ver… ¿qué hacemos ahora con todo ese tiempo libre que hemos conseguido, no? O sea, hemos estado trabajando en mejorar nuestra atención, en ser más conscientes, en aplicar esos sistemas sencillos, prácticos, y ¡voilà!, tenemos más tiempo. Pero, eh… ¿ahora qué? ¿Qué actividades vamos a emprender? ¿Qué cosas nos están llamando la atención? ¿Con quién queremos pasar más tiempo? Porque, a fin de cuentas, de eso se trata, ¿no? De tener el control y la libertad de elegir cómo invertir nuestro tiempo.
Entonces, como un ejercicio así, para aterrizar un poco las ideas antes de seguir adelante, pensemos en grande, a largo plazo. Agarren su calendario del año pasado… A ver, a ver… ¿Cuáles fueron esas cosas que les daban energía, tanto en su vida personal como profesional? ¿Qué actividades fuera del trabajo los hacían sentir vivos, alegres, felices? ¿Qué personas los llenaban de energía, los hacían sentir bien? ¿Qué aprendizajes, qué cosas nuevas les despertaron la curiosidad y los motivaron a investigar más a fondo? ¿Qué rituales les trajeron paz, calma, claridad mental? ¿Qué actividades físicas disfrutaron de verdad? Y en lo profesional, ¿qué cosas relacionadas con el dinero se sintieron fáciles, incluso divertidas?
El chiste de todo esto es identificar qué los llena, qué les da vida, ¿me entienden? Para que ahora, con ese tiempo extra que tenemos, podamos dedicarlo a más de esas actividades, a más de esas personas, a más de esas cosas que nos hacen bien. Porque lo que sigue, bueno, vamos a profundizar un poquito más en cada área: la riqueza social, la riqueza mental, la física y la financiera. Y así, tendrán más ideas para saber en qué invertir ese tiempo valioso que hemos ganado. Pero, bueno, esto es solo el comienzo, ¿eh? Lo mejor está por venir.