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Calculating...

A ver, a ver... vamos a hablar un poquito de cómo podemos entender mejor nuestras relaciones, ¿no? Una forma sencilla de hacer esto es con un mapa de relaciones. Es, digamos, una adaptación de una idea que encontré en un libro que se llama *The Good Life*. La idea es bastante simple, pero, eh, puede ser reveladora.

Entonces, el ejercicio del mapa de relaciones tiene, básicamente, tres pasos. Primero, lo primero, hay que hacer una lista de esas relaciones que son como el núcleo de tu vida. Piensa en familia, amigos, tu pareja, compañeros de trabajo… Gente con la que interactúas regularmente. La mayoría de la gente tendrá, qué sé yo, entre diez y quince relaciones en la lista. Algunos quizá lleguen a veinticinco, pero bueno, depende de cada uno.

Una vez que tienes la lista, el segundo paso es evaluar cada relación. Para cada persona en la lista, pregúntate dos cosas: ¿Esta relación es de apoyo, ambivalente o, digamos, "denigrante"? Y la otra pregunta es: ¿Esta relación es frecuente o infrecuente?

Ahora, para aclarar un poquito los términos, cuando digo "relación de apoyo", me refiero a una relación donde hay cariño mutuo, amor, respeto, comodidad, ¿sabes? Que te sientes bien, que te sientes valorado. Una relación "denigrante", por otro lado, es donde faltan esas cosas. Donde hay comportamientos que te hacen sentir mal contigo mismo, que te minan la autoestima. Y una relación "ambivalente", bueno, es una mezcla. A veces te apoya, a veces te critica. Es inconsistente. Y, ojo, que esto es importante: resulta que, aunque uno pensaría que las relaciones "denigrantes" son lo peor, la investigación muestra que las relaciones "ambivalentes" son las que más daño hacen. La inconsistencia es lo que te machaca. Seguro que te ha pasado, ¿no? Alguien que a veces te da amor y apoyo, y otras veces te critica y te desprecia. Y claro, el amor te hace bajar la guardia y luego la crítica duele mucho más.

Bueno, después de evaluar cada relación, llegamos al tercer paso: mapear las relaciones. Imagínate un cuadrito dividido en cuatro partes. En la parte de abajo, ponemos una línea que va desde "denigrante" a "de apoyo". Y en el lado, ponemos una línea que va desde "infrecuente" a "diario". Entonces, colocas cada relación en este mapa según cómo la has evaluado.

Ahora, este mapa crea cuatro zonas, y cada zona significa algo. Tenemos la "zona verde", que es donde están las relaciones muy de apoyo y muy frecuentes. Esas son las que hay que cuidar y priorizar. Luego está la "zona de oportunidad", que son las relaciones de apoyo, pero que no son muy frecuentes. Ahí hay que intentar aumentar el contacto. Después tenemos la "zona de peligro", que son las relaciones frecuentes y ambivalentes. Estas son las que hay que manejar con cuidado, intentando reducir la frecuencia o mejorar la parte de apoyo. Y finalmente, está la "zona roja", que son las relaciones frecuentes y denigrantes. Estas son las que hay que intentar eliminar o reducir al mínimo.

Yo, por ejemplo, cuando hice este ejercicio, me di cuenta de que tenía suerte de tener varias relaciones en la zona verde. También identifiqué varias en la zona de oportunidad, y me propuse hablar más seguido con esas personas. En la zona de peligro, encontré un par de relaciones que eran un poco inconsistentes. En un caso, hablé directamente con la persona y las cosas mejoraron. En otros, simplemente reduje el contacto. Y en la zona roja, me di cuenta de que tenía una relación profesional que era bastante tóxica. Así que decidí salirme de ese negocio.

Así que, al final, el mapa de relaciones te da una idea clara de dónde enfocar tu energía. Y una cosa importante: este mapa no es algo fijo. Las relaciones cambian, las personas entran y salen de tu vida, así que es bueno revisar el mapa de vez en cuando.

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