Chapter Content
A ver, a ver, hablemos de algo super importante para, pues, tener más control de nuestro tiempo y sentirnos menos... abrumados, ¿no? Se trata de aprender a decir que no. Sí, así de simple y así de complicado.
Hay una autora, Cassie Holmes, que menciona algo que los psicólogos llaman el "Efecto Sí-Maldición" o algo así. La idea, básicamente, es que tendemos a pensar que vamos a tener un montón de tiempo libre en el futuro. Entonces, decimos que sí a todo, pensando "ah, sí, seguro que tendré tiempo para eso". Pero, ¡sorpresa! Cuando llega el momento, nos damos cuenta de que estábamos completamente equivocados. Decimos "sí" ahora y luego... "¡Maldición!" porque estamos hasta arriba de trabajo o planes o lo que sea.
Entonces, ¿qué podemos hacer? Pues, aprender el "Arte de Decir No". Y para eso, te voy a contar dos trucos que a mí me han servido bastante.
Primero, para compromisos personales, podemos usar lo que yo llamo la prueba del "Ahora Mismo". ¿De qué va esto? Pues, antes de decir que sí a algo, pregúntate: "¿Haría esto ahora mismo?". Y cuando digo "ahora mismo", piensa en hoy o mañana, ¿vale? La idea es eliminar esa ilusión de que en el futuro vas a tener tiempo de sobra. Si la respuesta a "¿Haría esto ahora mismo?" es no, pues ya sabes, di que no. No te compliques. Y si la respuesta es sí, pues adelante, hazlo.
Segundo truco, este es para compromisos profesionales. Aquí vamos a usar la prueba de la "Nueva Oportunidad". Primero, ten a mano esas listas de prioridades que ya deberías tener hechas, ¿no? Y pregúntate: "¿Esta oportunidad encaja con mis prioridades profesionales?". Si la respuesta es no, ya sabes... ¡no! Pero, si la respuesta es sí, pasamos al siguiente nivel.
El siguiente nivel es preguntarnos: "¿Esto es un '¡Me muero de ganas de hacerlo!'?". Un escritor, Derek Sivers, propuso esta regla: si algo no te hace sentir un "¡Hell yeah!", entonces es un no. O sea, si no te entusiasma de verdad, si no te sale de las entrañas, di que no. Pero, si es un "¡Hell yeah!", genial, pasamos al paso tres.
El paso tres es ponernos un poco pesimistas. Asume que esta oportunidad va a tomarte el doble de tiempo y va a ser la mitad de gratificante de lo que esperas. Sí, ya sé que suena feo, pero es que tendemos a ser súper optimistas cuando empezamos algo nuevo. Así que, bájale un poquito las expectativas. Ahora, con esta nueva perspectiva, pregúntate: "¿Aún así quiero hacerlo?". Si la respuesta es no, ¡no! Di que no sin remordimientos. Y si la respuesta sigue siendo sí, entonces adelante, lánzate.
Así que ya sabes, con estas dos pruebas, la del "Ahora Mismo" y la de la "Nueva Oportunidad", puedes empezar a dominar el "Arte de Decir No" y, poco a poco, recuperar el control de tu tiempo. Que no es poco, ¿eh? Venga, ¡a ponerlo en práctica!